miércoles, 21 de julio de 2010

Elal y Teluj

Siguiendo con las leyendas Patagónicas acá les dejo otra para que disfruten:

Elal se enamoró de Teluj (el lucero del amanecer), hija del sol y de la luna. Su madrina convertida en cisne lo alza sobre el lomo y emprende el vuelo al Este, sobre el mar. Al llegar la noche, ya cansados, Elal arroja una flecha sobre el agua formando un grupo de Islas. (¿Malvinas?) donde descansan para proseguir viaje rumbo al sol.

Cuando llegaron, su madrina, que como ya sabemos era bruja, convertida en mosca, se ubica en la oreja de Elal para indicarle paso a paso lo que debía hacer.

Nuestro héroe le pide al Astro Rey el permiso para casarse con su hija y éste, no contento con el pretendiente, le impone una serie de pruebas en las que tendría que poner de manifiesto: ingenio, inteligencia y valentía. En caso de salir airoso en todas, le otorgaría el permiso.

La primera consistía en rescatar un anillo que estaba dentro de un huevo envenenado al fondo de una caverna custodiada por un guanaco que mataba con la mirada. Mientras la mosca distraía al animal posándose en sus ojos y orejas, Elal lo mata con un certero golpe de shome (boleadora de dos bolas), luego le quita la piel y cubierto con ella penetra en la caverna. Allí utiliza el arco y la flecha para romper el huevo que estalla desparramando veneno, pero Elal se despoja de la piel salpicada y recupera el anillo.

Teluj, hecha mujer, lo aguardaba en un palacio al fondo de un frondoso jardín. Cuando Elal pretendió avanzar, a cada paso el suelo se convertía en pantano. Camina hacia atrás, le dijo la mosca, y no arranques flores, pues se convertirán en víboras. Así lo hizo hasta llegar a la puerta del palacio de donde asomaron dos mujeres; una joven hermosa luciendo “kai eorrenk” ( quillango de color blanco) y la otra vieja, deforme y harapienta. En realidad la vieja no era otra que Teluj disfrazada por orden de su progenitor para despistar a Elal. Advertido por su madrina eligió la verdadera.

“Has acertado nuevamente” dijo contrariado el sol, pero tendrás que superar todas las pruebas que te dé, y le fue dando tantas para dilatar el tiempo, a la espera que el pretendiente desistiera de sus intenciones, que no le alcanzaría la vida para cumplirlas. “Escapa con ella, el padre no te dará jamás el consentimiento” le aconsejó la madrina. Y huyeron juntos para siempre. Pero Teluj, temerosa de la furia de su padre, cuando éste sale, se esconde.

miércoles, 14 de julio de 2010

Leyenda del Cerro Tronador


La Patagonia es una tierra plagada de mitos y leyendas. Hoy les dejo para que disfruten una sobre el Cerro Tronador que para los que no saben lleva ese nombre por los sonidos de trueno que hace cuando tiembla.

El misionero jesuita P. Mascardi, según las crónicas, ya en el año 1670, recogió entre los indígenas la siguiente leyenda: Linco Nahuel, que quiere decir "Tigre de Ejército", era un cacique muy valeroso y tan celoso de sus dominios que no permitía a nadie acercarse a ellos.

Para su vigilancia mantenía centinelas en todas las alturas. Hubo un día en que llegó hasta el pie del cerro una tribu de hombres enanos. Venían armados. Con flechas enarboladas lograron vencer y tomar prisionero a Linco Nahuel y gran número de su gente. Los empujaron hacia la cumbre y comenzaron a arrojarlos uno a uno al abismo del cráter. El soberbio cacique Linco Nahuel, fue obligado a contemplar desde la cúspide el doloroso espectáculo de ver cómo los enemigos, a pesar de ser tan pequeños, despeñaban a sus queridos súbditos. Ante este hecho insólito se estremeció el Pillán, o espíritu dueño del cerro que tiene su morada en el interior del mismo, quien profundamente disgustado por la violación de sus dominios, envolvió en nieve a todos los combatientes, araucanos e intrusos, y los precipitó rodando valle abajo. Solamente respetó a los dos caciques contrincantes a quienes transformó en dos riscos que se ven ubicados frente a frente en el filo del cerro. El propósito que perseguía era el de que escucharan el fragor incesante que producían los precipitados en la profundidad del volcán.




Vista del cerro:

















Vista desde la cima.

miércoles, 7 de julio de 2010

Fotos patagónicas

Les dejo algunas fotos de la estancia "La Luchita" para que disfruten: